Gracias a #YoMeCorono se han podido analizar más de 100 fármacos que ya estaban disponibles en el mercado, pero para otras finalidades, con el objetivo de determinar cuáles de ellos podían ser usados contra el SARS-CoV-2. En esta línea, el Dr. Roger Paredes fue el investigador principal en España del ensayo clínico internacional con el que se demostró la eficacia del Remdesivir, el fármaco más utilizado actualmente para tratar la COVID-19. Por otra parte, los doctores Oriol Mitjà y Bonaventura Clotet lideraron uno de los estudios que ha permitido descartar la utilidad de la hidroxicloroquina, antiviral usado habitualmente contra la malaria y algunas enfermedades autoinmunes, como terapia para enfermos de COVID-19 o como método de prevención de la transmisión entre contactos de un caso positivo o entre el personal sanitario. Con estos resultados, se ha podido acotar las líneas de tratamiento y ahorrar esfuerzos a muchos países.
¿Puede el uso de determinados colutorios reducir la transmisión del virus?
Ha sido demostrada in vitro la utilidad del cloruro de cetilpiridinio (CPC), un compuesto químico presente en algunos colutorios bucales, que ha sido capaz de reducir hasta 1.000 veces la capacidad de infección del SARS-CoV-2 en el laboratorio. Actualmente estamos iniciando un ensayo clínico con humanos para constatar si este compuesto es también útil para reducir la transmisión del virus entre personas.
Inmunoglobulinas hiperinmunes para tratar la COVID-19
Se trata de anticuerpos dirigidos contra el SARS-CoV-2 y obtenidos de donantes de plasma que han superado la enfermedad. Estos anticuerpos impiden la infección de nuevas células y podrían proporcionar una protección de efecto inmediato a las personas que se han expuesto al virus, evitando ingresos hospitalarios por progresión de la COVID-19. Este tratamiento sería especialmente útil para proteger a personas mayores, personal sanitario, y a pacientes inmunodeprimidos en los que la vacunación esté contraindicada. También contribuiría a ayudar a contener brotes en lugares donde no se haya iniciado la vacunación o esta no haya sido completada.
Antivirales que pueden funcionar contra el SARS-CoV-2
Hemos comprobado la elevada eficacia de la plitidepsina (cuyo nombre comercial es Aplidina), un fármaco antitumoral que reduce la replicación del SARS-CoV-2. Seguimos estudiando otros fármacos antivirales, como por ejemplo el Molnupinavir (también conocido como MK-4482), diseñado originalmente para combatir la gripe y que, habiendo obtenido buenos resultados en estudios in vitro y con animales, podría abrir nuevos caminos terapéuticos.
Terapias para potenciar la respuesta inmunitaria
Se ha comprobado la eficacia del tratamiento con anticuerpos monoclonales, y se está trabajando para demostrar la seguridad y efectividad de la administración de plasma convaleciente personas que se han infectado recientemente. Este plasma, proveniente de personas que ya han superado la COVID-19, contiene anticuerpos neutralizantes que podrían ayudar a despertar una respuesta del sistema inmunitario.
En el laboratorio también se está trabajando en el desarrollo de anticuerpos sintéticos que proporcionen, de forma artificial, inmunidad contra el SARS-CoV-2.