Apoyando a las personas con sintomatología persistente
La Unidad de COVID Persistente se creó en junio del 2020, ofreciendo una atención multidisciplinar e integral a los pacientes. Desde un inicio, hemos apostado por la investigación sobre esta enfermedad.
A través de la iniciativa noteloinventas.com, #YoMeCorono impulsa la investigación sobre COVID Persistente y ofrece información útil y veraz a las personas afectadas por este síndrome.
Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de un 10% de las personas que han pasado la fase aguda de la COVID-19, incluso habiendo sufrido cuadros moderados o leves, tienen síntomas que persisten más allá de lo habitual, que suele ser durante un período de entre 2 o 3 semanas. Esta sintomatología persistente afecta mayoritariamente a mujeres y la edad media se sitúa en los 40 años, aunque puede afectar a todo el mundo.
Tres objetivos principales
Desde la unidad, pionera en España, la investigación se centra en encontrar tratamientos que mejoren la calidad de vida de las personas con COVID persistente; obtener información que permita diagnosticar esta enfermedad; y poder categorizar los diversos perfiles de paciente en función de su afectación.
Cohorte KING
Los datos clínicos recogidos desde la Unidad de COVID Persistente están siendo analizados en el marco del estudio clínico Cohorte King, que servirá para tener más información sobre esta enfermedad y poder elaborar en el futuro protocolos de actuación.
¿Por qué persiste la sintomatología?
Como ocurre en otras enfermedades infecciosas, este síndrome probablemente se deriva de cambios en el sistema inmunitario ocasionados por la infección por SARS- CoV-2. Se está investigando si la presencia de determinados marcadores inflamatorios y anticuerpos podrían servir para detectar la enfermedad. Por otra parte, estudiamos la posible existencia de reservorios del virus que puedan persistir después de haber superado la infección aguda.
Diagnóstico objetivo de la COVID persistente
Buscamos la forma de diagnosticar la COVID persistente mediante protocolos que midan la afectación en diferentes órganos y sistemas del cuerpo humano. Por ejemplo, analizamos las alteraciones que puedan haber aparecido en el nervio vago, el sistema cardiovascular o el sistema nervioso.