La lamivudina, un fármaco antirretroviral de uso común para el tratamiento del VIH, mejora la capacidad cognitiva de un modelo de ratón de síndrome de Down, según un nuevo estudio conjunto entre personal investigador del Centro de Regulación Genómica (CRG) e IrsiCaixa.
Aunque sería necesario llevar a cabo estudios clínicos para confirmar que el fármaco provoca un efecto similar en los seres humanos, los resultados de este estudio en animales ponen de relieve el potencial de utilizar intervenciones farmacológicas como la lamivudina –u otros fármacos capaces de bloquear la misma diana terapéutica– como tratamiento para mejorar el deterioro cognitivo de las personas con síndrome de Down.
Un estudio liderado por la Fundación Lucha contra las Infecciones junto al Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa –centro impulsado conjuntamente por la Fundación «la Caixa» y el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya– y la Gerencia Territorial Metropolitana Nord del Instituto Catalán de la Salud (ICS), con la colaboración de DENTAID Research Center, ha demostrado la actividad viricida en saliva de los enjuagues bucales con Cloruro de Cetilpiridinio (CPC) contra el SARS-CoV-2, confirmando en humanos los resultados que ya se habían observado previamente en estudios realizados en el laboratorio por personal investigador de IrsiCaixa.
Esta investigación, realizada a partir de muestras de saliva de personas infectadas que fueron atendidas en centros de atención primaria, confirma la capacidad del CPC para romper la membrana del virus. El estudio ha permitido demostrar in vivo que el SARS-CoV-2 pierde su capacidad infecciosa, ya que al tener la membrana destruida no puede penetrar en las células. Por lo tanto, los enjuagues bucales con CPC al 0,07% podrían ser una herramienta de prevención eficaz contra la infección causada por las diversas variantes del coronavirus.