Producir anticuerpos en el laboratorio es una potencial herramienta para proporcionar inmunidad inmediata a pacientes con COVID-19 pero también a aquellas personas que la vacuna no haya tenido el efecto deseado. IrsiCaixa está llevando a cabo un proyecto, liderado por Julià Blanco, para desarrollar estos anticuerpos sintéticos en el laboratorio. Durante febrero, se ha perfeccionado su diseño con el objetivo de mejorar su producción y mantener su actividad para bloquear el SARS-CoV-2. Este nuevo prototipo pasa a ser la cuarta generación de anticuerpos. Por otro lado, se observan buenos resultados cuando se administran los anticuerpos sintéticos diseñados durante la primera generación por vía intranasal, una opción que permitiría utilizar estas moléculas como profilaxis para el SARS-CoV-2.
IrsiCaixa está trabajando en el aislamiento de las variantes del SARS-CoV-2 detectadas en Inglaterra, Sudafrica y Brasil. Estos virus permitirán probar, en el laboratorio, la eficacia de fármacos antivirales.
El Can Ruti Sequencing Hub, un consorcio formado por IrsiCaixa, el Hospital Germans Trias i Pujol, el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol, ha sistematizado el proceso de secuenciación del genoma completo del SARS-CoV-2 y secuencia 200 muestras a la semana.
El ensayo clínico internacional ACTIV-3, que cuenta con la participación del médico de IrsiCaixa y FLS Roger Paredes, confirmó que los anticuerpos monoclonales BRII, GSK y LY-CoV555 no añaden ningún efecto beneficioso en el tratamiento estándar de los pacientes hospitalizados.
Comienzan los estudios con los virus artificiales diseñados en el laboratorio y que contienen la partícula de la espícula (proteína S de spike en inglés) con las mismas mutaciones que la variante sudafricana y brasileña.
Sigue la identificación y caracterización de la inmunidad celular, una respuesta protectora a largo plazo protagonizada por las células T del sistema inmunitario. En este proyecto se ha evaluado las respuestas de las células T en 13 individuos que pasaron una infección moderada pero que habían generado anticuerpos, otro tipo de respuesta inmunitaria más tardía a la celular. Los resultados apuntan a que un 60% de esta respuesta va dirigida a la proteína S (Spike) del virus. Por otra parte, también se está estudiando cómo es esta respuesta en las personas que, a pesar de haber pasado la infección por SARS-CoV-2, no han generado anticuerpos contra el virus. Para poder escalar la evaluación de la respuesta celular a más individuos, el grupo Evasión Inmunitaria y Vacunas (VIRIEVAC) de IrsiCaixa está desarrollando un test para poder detectar este tipo de defensas y estudiar a qué proteínas del virus van dirigidas.